Terapia antiestrés gracias a la decoración de tu casa
La falta de luz natural y la vuelta de vacaciones son difíciles de llevar, pero gracias al orden y la decoración se puede llenar la casa de felicidad. El orden interno y el externo van a la par y por ello la decoración y las emociones están vinculadas.
El tercer lunes de enero, más conocido como el Blue Monday, se considera el día más triste por la distancia entre las navidades y la semana santa, por el estrés postvacacional, y por qué es el día más corto del año. Como este día tan oscuro, hay muchos durante el año, por eso es tan importante intentar evitar estos días indeseables.
Nuestra casa puede ser la fuente de felicidad más importante.
Pasamos más del 67% de nuestra vida en casa y está probado que esto afecta a nuestras emociones. Por lo que debemos de cuidar la decoración, el orden y la iluminación en nuestro hogar.
Por lo tanto, os traigo unos tips para sobrellevar mejor los efectos de los días no tan buenos del año.
- El orden y la felicidad
El orden nos genera paz y tranquilidad, por lo que este proceso nos puede ayudar a evitar el estrés y generar felicidad. Lo importante de este proceso es que nuestra casa pase de ser una casa piloto a un hogar, a tu templo… por eso necesitamos que el orden sea un estilo de vida y que llenemos de recuerdos y cosas nuestras.
Hay dos claves para que el proceso del orden sea mucho más fácil. La primera es LA CONSCIENCIA; es decir, saber qué es lo que tenemos y que es lo que realmente necesitas. Y la segunda es, TENER UN SITIO PARA CADA COSA; esto es, siendo conscientes de nuestras pertenencias, adquirirles un sitio es la mejor solución para evitar el desorden y el estrés.
¡Y no te olvides, tu casa es tu templo! No sirve de nada guardar los recuerdos y las fotos que traen buenos recuerdos en las cajas. Dejar las cosas que aportan felicidad a la vista te ayudará a estar mejor y recordar inconscientemente los momentos que te hacen feliz.
- Iluminar los días más oscuros
La iluminación es capaz de crear ambientes y emociones diferentes, por eso, es importante saber como nos queremos sentir en cada estancia del hogar. Primero hay que analizar para que necesitamos esa luz, si es para leer o trabajar, o si es para descansar y sentirnos relajados.
En la zona de trabajo como cocina o estudio se recomiendan iluminaciones más frías para ver todo con más claridad, ya que una buena luz facilita las tareas. En cambio, en las zonas de descanso como el salón y las habitaciones necesitamos una luz más agradable y cálida (3000 K de luz, por ejemplo). ¿Quién descansaría a gusto con una luz potente y fría?
- Darle color a la vida
¿Qué mejor que mejorar nuestro humor y ánimo mediante los colores que despiertan alegría? Los colores, al igual que la iluminación aportan diferentes emociones. Los colores oscuros, absorben luz y transmiten tristeza. Mientras que los colores como el blanco nos transmiten paz y tranquilidad.
Lo mismo pasa con los colores tierra. Estos colores nos recuerdan a materiales naturales como el lino, la rafia… y nos aportan luminosidad y amplitud.
¿Te atreverías con colores más vivos como el mostaza? Estos colores nos ayudan a ser más creativos y productivos. Además, los rosa palo o melocotón que están tan de moda, también dan sensación de relajación aportando serenidad y calidez.